Afrontar Adversidades

Una adversidad es algo diferente para cada quien, hay cosas por las que unos se ríen mientras los otros lloran, por eso siempre será subjetivo y de cada quien, aquí expreso la adversidad como cualquier cosa que a ti te haga sentir mal, que te canse, que te agobie. Como siempre, no pretendo el dar un curso de especialista en tratamiento psicológico, psiquiátrico o antropológico, solamente es un punto de vista de alguien en edad media con mucha experiencia en adversidades y que intenta rescatar aprendizaje de ellas y con esto ayudar a desarrollar un carácter a través de esos momentos de crisis y momentos de stress. Dicen que la plenitud de vida y felicidad no es erradicar las adversidades, sino se trata de forjar carácter para afrontarlas porque la realidad es que estas nunca se acaban.

Nuestra capacidad de afrontar adversidades es directamente influida por nuestro desarrollo y madurez de carácter, mismo que, como ya lo he mencionado antes, practicamente no ha evolucionado en la humanidad o sea que seguimos siendo casi iguales en nuestro carácter al de las cavernas. Algo que a veces no nos damos cuenta es que aún hoy en día, el 99% de nuestras decisiones (entre decisiones importantes de nuestra vida relacionadas con: cónyuges, carrera profesional, hábitat y entorno) la toman “refinadísimos” y primitivísimos algoritmos que llamamos sensaciones, emociones y deseos.. casi casi el “chin, pues total a ver qué pasa”. Nuestra programación para afrontar adversidades y crisis sigue siendo austera, básica, primitiva. Debemos de entender muy bien esto para conocer nuestras limitaciones y trabajar en desarrollar aptitudes para saber como afrontar problemas. La mejor característica o aptitud para ello es el desarrollo del carácter.

Otro gran problema que nos hemos creado es que relacionemos la felicidad con placer, lo que ha provocado que nuestra tolerancia a sensaciones desagradables se ha venido reduciendo, pausando nuestro desarrollo de carácter, tolerancia, tenacidad y resiliencia. O sea, pensamos que la felicidad real es estar sintiendo placer en cada una de las cosas que hacemos toda los días, no queremos hacer nada incómodo, no queremos pasar por momentos en que tenemos que hacer algo aunque no nos de placer porque entonces pensamos que somos infelices. Sí, así de niños chiquitos parecemos.

Hoy en nuestros días la inteligencia emocional ha venido disminuyendo radicalmente entre generaciones, al contrario del coeficiencia intelectual (IQ) mismo que ha incrementado producto de mejora en alimentación, videojuegos, etc. Creo que a todos nos es familiar la relación con jovenes mas inteligentes intelectualmente que lo que nosotros fuimos pero con mas carencias emocionales. Esto ha creado un margen entre “papás tontos” desde el punto de vista de los adolescentes y “generación frágil” desde el punto de vista de los padres. El problema no es que sí seamos así, es que si te fijas, desde la denominacón está el problema, tontos y frágiles nos decimos, o sea que ni siquiera estamos haciendo nada para ayudarnos entre generaciones, hijos que no quieren enseñar a sus papás cosas nuevas y papás que no quieren batallar con hijos delicaditos porque se ofenden de todo.

La inteligencia emocional es entre el 85 y 90% responsable de nuestro éxito como persona. La inteligencia emocional es 2 veces mas importante que la inteligencia intelectual para mejorar nuestro desempeño como ser humano, profesionista, padre, esposo y miembro de una comunidad. Y nosotros que llevamos media vida en la escuela intentando aprender cosas.

¿Cuál es nuestra realidad actual?
– Hemos fallado como sociedad, hemos buscado una sociedad con más comodidades y menos capacidad de superar adversidades.
– Una generación de cristal; poca constancia, poca fuerza para superar problemas

¿Qué podemos hacer diariamente?
i. Revisar a nosotros mismos ¿cómo nos referimos a nosotros?, ¿qué tan generosos, clementes, benignos hemos sido?
ii. Revisar a nuestros hijos, desde la libertad y con libertad pero con exigencia
iii. Saber querer a quien enseñas
iv. Formar nuestro carácter
v. Redescubrir a nosotros mismos

La adversidad está en todo momento, en cada cosa que hacemos, el problema es que le damos demasiada importancia, otra vez, tenemos que trabajar en un carácter, en un dominio propio, en una estabilidad a la hora de conducirnos en el diario vivir. Tenemos que dejar de tener la piel delgadita. Ya lo he dicho antes, nuestras emociones nos mienten, nuestro ego nos manipula, porque en realidad, no nos pasa ni nos afecta en nada si tenemos que vivir ciertas cosas que no son de nuestro agrado. Debemos de empezar a separar felicidad con el pretender el vivir en un extasis constante. Estar en una junta que no nos gusta, aguantar algo que nos incomoda, pasar por momento no gratos, no es sinónimo de infelicidad, la verdadera felicidad es pasar por todo esto sin que nos afecte más allá de lo que debe cada uno de esos momento incomodos. A lo mejor ya se nos está pegando algo de la generación de cristal.

Ahi te dejo esto… por si te sirve

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