Tu Peor Enemigo

Para hundirse, el ser humano, no necesita tener una pareja que lo haga miserable, para estar mal no necesita una familia con problemas, para estar cabizbajo todos los días no necesita que en su trabajo lo humillen, tampoco necesita amistades falsas ni problemas económicos, mucho menos tener un mal día… para todo lo anterior el ser humano cuenta con sigo mismo, no necesita a nadie más para hacerse la vida miserable día tras día… el solito puede.

He encontrado y platicado cientos de veces y en cada uno de los temás, o digamos que en su mayoría, el peor enemigo sigue siendo el mismo que se queja. Y podrás pensar, ah pero es que a mi me mataron a un ser querido, a un esposo o a un hijo, ah es que no sabes el tipo de enfermedad que yo sufro, tu no sabes lo que mis padres me hicieron de chiquito, tu no tienes idea de lo que yo vivo a diario, y sí, tienes razón, yo no tengo la menor idea de todo lo que te ha pasado, pero otra vez, después de oir tantas historias y ver las mías propias y de los que me rodean, sigo confirmando que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos.

Obviamente, me estoy refiriendo en esos casos donde no es una cuestión médica o que nos falte dopamina o serotonina o algo por el estilo, me estoy refiriendo a tooooodos los demás casos, y sí, lo voy a tocar de una forma muy fría y muy “fácil” por así decirlo porque creo que así es la mejor forma de tomarlo.

Ok, tienes un duelo, por una muerte, ¿es normal o correcto llorar por esa persona y sentir un dolor irreparable? Sí, claro que es correcto, pero el problema viene cuando ya pasa demasiado tiempo y afecta todas las áreas de tu vida. ¿Es correcto que me duela que terminé una realción amorosa? Si, claro, el problema es que siendo un adulto te pegue como si estuvieras en la secundaria y pensaras que no existe nada más en el mundo y hasta te humilles y llegues a hacer tonterías con tal de volver. ¿Es normal sentirse incómodo en un trabajo o escuela donde me bullean? Claro, a nadie le gusta ser presa de ningún maltrato.

Pero, por increíble que esto parezca, de todas las anteriores y de la mayoría de las circunstancias, por no decir todas, nosotros tenemos en nosotros mismos la decisión de en qué grado nos afectan y qué tanto nos lastiman o limitan a seguir adelante.
Yo soy hijo único, a una edad muy joven a mi madre le dio Alz Heimer, 59 años, por ser tan joven para esa enfermedad le dio de forma muy agresiva, después de estudios y de salir con el negro especialista me dice que tiene depresión, a los 3 meses regreso con ella porque se iba desgastando muy rápido y me dice: “tu mamá tiene Alz Heimer en etapa avanzada, no hay nada que hacer”, le pregunté que cuanto tiempo le daba de vida, me dijo que por lo que se veía el pensaba que unos 18 meses, mi mamá escuchó ese veredicto, al salir de su consultorio mi madre murió a los 18 días. esos 18 días fueron verla acabarse paso a paso de forma horrible, todos en la casa se dormían y yo me bajaba a la sala a meterme un cojín en la boca y llorar y gritar como loco.

El día que falleció lo hizo en mis brazos y me pude despedir de ella, en ese momento llegó la ambulancia, después la funeraria, la incineraron y a las 2 horas yo estaba en mi oficina trabajando. Mi madre se encargó toda mi vida de mi, yo era la luz de sus ojos y tenía todo gracias a ela, fue mi amiga, mi confidente, mi guía, mi todo y a los 59 años se me fue. Mientras ella estaba viva y tenía esperanza la lloré y supliqué, una vez que ella murió, no había nada mas que hacer, me encargué de los tramites y me fui a trabajar poque sabía que si me quedaba en mi casa, en mi cuarto llorándola me iba a volver loco, me iba a deprimir. Me ha dejado de dolor, claro que no, pero ese día decidí que no me podía echar a perder la vida ese pérdida. ¿Te la cuento más extrema? Me divorcíe y ya que estaba en mi nuevo hogar, mi ex se iba a cambiar de casa y me mandó unas cosas, entre ellas venían las cenizas de mi mamá, mi actual esposa me preguntó que que iba a hacer con ellas, no respondí, solo las eché a la bolsa de basura y se fue en el camión. Jamás quise dejar una tumba, un nicho o algo que me recordara que no he ido a limpiar, que no he ido a visitar, entendí que eso NO era mi madre y que ella ya estaba en un lugar mejor.

Lo anterior te lo cuento porque, en primera, si te das cuenta a mi no me da pena ni nada por el estilo abrirme realmente de todo lo que me pasa y en segundo, para que veas que he pasado por cosas dolorosas y que no solo hablo de dientes para fuera.
Se qué hay cosas que te duelen, que te hunden, que te hacen sentir mal todos los días o en ciertos momentos, pero tu, y solo tu, tienes la capacidad de sacudirte todo eso, de dejar de pensar en ello y de entretenerte o distraerte para no pensar en ellos.
“Hoy me desperté sin ganas de nada”, es algo totalmente normal, pero te bañas, te arreglas y te vas a la calle a hacer lo que tengas que hacer.

No, ya sabes que NO creo en declaraciones positivas ni en positivismo tonto ni en el pensamiento mágico, pero creo que sí somos seres pensantes y que tienen razón y que la debemos de usar y no podemos ser solamente movidos por nuestros sentimientos e ideas.

Tu corazón te engaña, tus sentimientos te engañan, tus ideas te engañan, pareciera que estamos hechos para auto sabotearnos y hundirnos. Tu sabes lo que está bien y lo que no, tu sabes lo que te ayuda y lo que no, lo que te hace falta es dominio propio, control de tus emociones para poder tomar el control real de tu vida y que, cuando llegue un pensamiento o sentimiento que te destruye, saberlo distraer o hacerlo a un lado o si es muy fuerte de plano salir corriendo como si trajeras un león enojado atrás.

El problema es que no lo hacemos, en lugar de hace eso nos ponemos pijamada, nos acotamos y tapamos y nos intentamos dormir, lo cual no sucede porque tu cabeza no deja de dar vueltas y sí, siempre te dirá que eres las víctima, que “ay pobrecito como te duele”, que “esto es algo muy difícil” “que te sientes muy mal y que realmente te está doliendo lo que pasas”. MENTIRAS, todas esas son mentiras inventadas por tus sentimientos y por tu ego.
Ahí te dejo esto, por si te sirve.

Únete a la plática

Lectura próxima