En años pasados, la Universidad de Yale en Estados Unidos, hizo un estudio ahí mismo en USA, no no fue en Méxio, fue en ese país de primer mundo y solo eran 2 preguntas. La primera de ellas decía algo más o menos como “Actualmente, viviendo en tu misma comunidad, que preferirías: ganar 500mil dólares al mes y que tus amigos ganaran la mitad? O preferirías ganar 1millón de dolares pero que todos tus amigos ganaran el doble? Mas del 80% prefiría ganar 500mil pesos y que sus amigos ganaran la mitad. Segunda pregunta: mismo caso en tu comunidad, qué pedirías, lo qu esea, 50 autos, 10mil millones de dólares, miles de viajes, todo lo que tu quieras, qué pedirías pero sabiendo que a tus amigos se les daría el doble de lo que tú pidas. Nuevamente, la inmensa mayoría pidió NADA, así es, prefirieron no recibir nada con tal de que sus amigos no tuvieran más que ellos.
A veces pensamos que la peor envidia es que la gente desee tener lo mismo que nosotros tenemos pero no es así, la peor de las envidias es aquella que a esa persona NO le importa tener lo que tu tienes, simplemente no quiere o le da coraje que tu tengas eso que anhelas. Y peor se pone la cosa cuando esos que desean que nosotros no alcancemos o tengamos, en la mayoría de los casos, son la gente que se llama amigos y familia. A tal nivel ha llegado esto que ahora aplica más que nunca ese dicho que dice “triunfa en secreto para que crean que vas perdiendo”, o sea, que ahora hasta es recomendable que mejor ni siquiera se enteren de tus éxitos porque o te criticarán de frente o solo hablarán a tus espaldas. Porque parece que están imposibilitados para disfrutar el éxito ajeno, cuando se supone que si nos quieren deberían de disfrutar nuestros éxitos como suyos, o debería de ser un aliciente para darse cuenta que se puede crecer o tomar como una idea para intentar hacer algo semejante y pedirle ayuda al que lo logró o simple y sencillamente sentirse bien porque estamos felices y contentos con algo. Pero no, no pueden.
Me ha tocado trabajar con equipos de ventas, y hay un tipo de vendedores que cuando les llega un cliente para un producto que no es el de ellos, en lugar de pasarlo a quien lo trae y compartir una comisón con él, prefieren decirles que no, o sea, prefieren tener el 100% de nada que el 50% de algo. Y sabes que dicen ellos para justificar esa acción? “Es que por qué le voy a dar de lo mio a otra persona.” Y no piensan que también se puede dar lo contrario, que en algún momento alguien del otro equipo los buscará para compartir una comisión de eso que ellos sí pueden vender y que esa comisión les caerá sin hacer tanto esfuerzo ahora a ellos, no, solo se cierran para ver qué van a ganar ellos y que los demás no lo ganen.
Y es que eso es gran parte de nuestra problema como sociedad, por un lado no toleramos el éxito ajeno y siempre lo queremos relacionar con suerte, con que alguien te ayudó, con que tenías algún conocido o que tu ambición desmedida te hizo lograr eso, o sea que hasta mala persona eres ya por lograr cosas, y por otro lado que nos creemos merecedores de todo. Creemos que nosotros tenemos nuestros logros solos, que nadie nos ayuda y que lo que tenemos realmente lo merecemos, y que si no tenenos más es porque hemos tenido mala suerte. Así vivimos, con el ego inflado, creyendo que solo nosotros o quienes nosotros decidimos pueden o deben o se merecen tener tal o cual cosa o que solo lo que nosotros conseguimos es bueno y lo de los demás es ego. NO sabes cuanta gente escucho que cuando comparto algo dicen que estoy presumiendo, que soy materialista o que ellos también lo iban a lograr pero que por x cosa no lo lograron, total que siempre tienen algo que opinar menos sentirse bien por uno.
Revísate, cuando veas una publicación en facebook o cuando alguien te platique de algun éxito o algún logro de alguien, checa cual es tu primera reacción, cual es tu primer sentimiento, cual es la primera frase que te pasa por la cabeza, eso que sientas o digas en tu mente, eso eres tu.
Todos los demás seguramente te dirán que no presumas tus logros, que los guardes para ti, que no enseñes tus éxitos, yo te digo lo contrario, tu enseña todo y cada quien lo tomará o pensará según como tenga de traumas y problemas en su cabeza porque como siempre digo a veces hay que lograr cosas, aunque sea nada mas por fregar.
Ahi te dejo esto… por si te sirve
